Thomas Hirsch. Portavoz del Humanismo Latinoamericano
Los pacifistas israelíes y palestinos son el ejemplo para el mundo entero
Miles de jóvenes israelíes están en las calles para exigir a su gobierno que detenga la invasión a Gaza. Muchos son encarcelados, al igual que los objetores de conciencia, soldados o convocados al ejército que se niegan a cruzar la frontera para ir a territorios palestinos.
También jóvenes palestinos protestan contra la violencia israelí pero también para exigir a Hamas que detenga los ataques de misiles y de cualquier tipo.
Organizaciones judías y palestinas están unidas en la Marcha Mundial por la Paz y la No violencia, despertando la conciencia de los pueblos para poner fin a la locura de la violencia. No es fácil levantar la voz de la Paz cuando la violencia se ha desatado, ni es fácil soportar la agresión de tu propia gente cuando descarga su temor y su rabia contra ti. Los pacifistas palestinos e israelíes son un ejemplo para el mundo entero.
No es su punto de vista el que publican los periódicos, no son sus esfuerzos los que nos muestra la prensa. Sólo nos llega la propaganda y la contrapropaganda de los que mandan en un bando o en otro justificando sus acciones.
Las poblaciones están atemorizadas y violentos de ambos bandos tratan de atemorizarlas más aún. Así contaminados de miedo y de venganza tratan de controlarnos para sus propios intereses.
Repudiamos la violencia del Estado de Israel y repudiamos la violencia de los grupos armados palestinos. Sólo una conciencia no violenta podrá detener la violencia y si esa conciencia hoy es pequeña tendremos que hacerla crecer.
La invasión a Gaza del ejército de Israel debe detenerse de inmediato. El pacifismo palestino tiene que fortalecerse para detener a Hamas y cualquier grupo armado. Es necesario un Estado Palestino y la comunidad internacional es responsable de que esto suceda. Somos todos responsables de humanizar nuestros pueblos. Se están desatando situaciones de extrema violencia en el mundo entero, cada vez más difíciles de detener. Tenemos que cambiar la atmosfera psicosocial en la que estamos inmersos. Este es el objetivo de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia y ésta su petición más importante: el Desarme Nuclear Mundial. Este es el primer paso para revertir la dirección de los acontecimientos. Lograrlo es un cambio revolucionario para la humanidad. ¿Cual será nuestro destino si no lo intentamos?